TV 175 Serie 3
"The Lost City", 2005.
"The Lost City", 2005.
viernes, 28 de septiembre de 2007
Colores y especificaciones
En este enlace hay información excelente acerca de los colores y otras especificaciones de los modelos de Lambretta.
Dos tiempos
Este es el esquema del motor que monta una Lambretta.
Un motor de 2 tiempos (2T).
Dos tiempos, significa que en una subida y una bajada del pistón dentro del cilindro, se producen los cuatro momentos que requiere un motor de explosión. Esto es: Admisión, Compresión, Expansión y Escape. Cuando el pistón asciende, a la misma vez que está expulsando los gases –producto de la combustión de la explosión previa– a través de la lumbrera de escape, está comprimiendo la mezcla contra la culata, donde asoma la punta de la bujía que produce la chispa. A su vez, por debajo del pistón, ha comenzado a ingresar nueva mezcla al cilindro, a través de la lumbrera de admisión. Al llegar el pistón al punto más alto de su recorrido (Punto Muerto Superior –PMS–) con la mezcla comprimida al máximo, aparece la chispa, que hace estallar la mezcla, y con esa fuerza el pistón comienza su carrera hacia abajo. Durante esta carrera descendente –Carrera de Trabajo– la mezcla que había ido ingresando por debajo del pistón comienza a ser precomprimida en el Cárter. Al llegar el pistón al PMI, la mezcla precomprimida ha sido transferida al Bloque por el Canal de Tránsfer. Y todo vuelve a empezar.
Se necesita de la fuerza muscular de la pierna para dar comienzo a la monotemática danza del pistón. Con la patada de arranque, movemos el pistón que mueve el cigüeñal que mueve el volante que genera el campo magnético que produce la electricidad necesaria para generar una chispa en la punta de salida del circuito eléctrico de 6V de la Lambretta con lo que se produce la primera explosión en la culata iniciándose de este modo el ciclo de dos tiempos que crea el movimiento mientras dure la electricidad y/o el combustible.
miércoles, 26 de septiembre de 2007
sábado, 22 de septiembre de 2007
Camino al Este
Hoy comenzamos la restauración de las Lambrettas, rumbo al verano caliente con el mar a la derecha, rumbo al este...
Suena, je, puede ser Evaristo, je, je, en el iPod. Detrás vienen Nacho y Patricia, Alvaro y alguien con él y al fondo sin parar de disfrutar la vista del océano y perdiendo por ello de vez en cuando levemente el equilibrio, Gabriel, que viene sólo. Renée me abraza de atrás. Es una tarde de diciembre. Vamos a ver hasta dónde dan las Lambys. Vamos pasando Playa Verde, y decidimos bajar hasta la costa para endulzar el alma con la brisa marina.
Las motos que montamos son un clásico del scooterismo moderno. Todas Lambrettas. La que va en punta, celeste y blanco con saetas cromadas en los paneles laterales, pequeñas como de un Cadillac. Hereda esto de los tremendos automóviles americanos de 1950. Termina en una pequeña cola de pez, cromada y con la lámpara roja sobre la matrícula blanco y negro de Montevideo. Es de la serie 3, heredera de una las que antecede en la caravana. La TV175 serie 2 de Alvaro Kemper. Celeste y crema.
Esta es la que empezamos a desarmar hoy camino del taller de chapa y pintura. Arenado completo, algunas correcciones de línea, capa de protección contra el óxido, y varias manos de pintura imitando la original. El acabado es como de heladera de aquella época. Pero está reluciente. Los cromados, algo más abundantes que en la anterior, relucen bajo el sol de la carretera. Nos acercamos a Piriápolis. ¿LLegaremos hasta Punta del Este? Gabriel prometió que invita el almuerzo en el mejor lugar donde comer buen pescado. Renée sugirió conocer El Palenque de allá. Vamos a ver. Seguramente hagamos ambas cosas. Siempre que las chicas resistan el desablande.
Suena, je, puede ser Evaristo, je, je, en el iPod. Detrás vienen Nacho y Patricia, Alvaro y alguien con él y al fondo sin parar de disfrutar la vista del océano y perdiendo por ello de vez en cuando levemente el equilibrio, Gabriel, que viene sólo. Renée me abraza de atrás. Es una tarde de diciembre. Vamos a ver hasta dónde dan las Lambys. Vamos pasando Playa Verde, y decidimos bajar hasta la costa para endulzar el alma con la brisa marina.
Las motos que montamos son un clásico del scooterismo moderno. Todas Lambrettas. La que va en punta, celeste y blanco con saetas cromadas en los paneles laterales, pequeñas como de un Cadillac. Hereda esto de los tremendos automóviles americanos de 1950. Termina en una pequeña cola de pez, cromada y con la lámpara roja sobre la matrícula blanco y negro de Montevideo. Es de la serie 3, heredera de una las que antecede en la caravana. La TV175 serie 2 de Alvaro Kemper. Celeste y crema.
Esta es la que empezamos a desarmar hoy camino del taller de chapa y pintura. Arenado completo, algunas correcciones de línea, capa de protección contra el óxido, y varias manos de pintura imitando la original. El acabado es como de heladera de aquella época. Pero está reluciente. Los cromados, algo más abundantes que en la anterior, relucen bajo el sol de la carretera. Nos acercamos a Piriápolis. ¿LLegaremos hasta Punta del Este? Gabriel prometió que invita el almuerzo en el mejor lugar donde comer buen pescado. Renée sugirió conocer El Palenque de allá. Vamos a ver. Seguramente hagamos ambas cosas. Siempre que las chicas resistan el desablande.
jueves, 20 de septiembre de 2007
Cuatro Lambrettas
Estas son las cuatro Lambrettas fundadoras del Club Lambretta Uruguay.
Están en proceso de restauración.
El Club es para quienes quieran mantener una Lambretta en buen estado de funcionamiento y mantenimiento. Para compartir información acerca del proceso de restauración de una Lambretta, conseguir piezas, buenos talleres, literatura, películas, lo que sea.
Si querés asociarte al Club, mandá tus datos a clublambrettauruguay@adinet.com.uy
Saludos!
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